La Agrupación Socialista de Montilla, una historia que contar

Los comienzos del socialismo montillano van unidos a la personalidad de Francisco Palop Segovia. Puede afirmarse que este médico jerezano, afincado en Montilla desde 1874 y amigo personal de Pablo Iglesias, fue el introductor de las ideas socialistas en Montilla.  Palop desarrolló una decisiva labor de formación y organización de la clase jornalera fundando una Casa del Pueblo, en un inmueble de su propiedad ubicado en la calle Escuelas, donde se impartían clases de alfabetización e instrucción de adultos y se propiciaba la organización de los obreros a través de “sociedades cooperativas de trabajadores”, con sede en la propia Casa del Pueblo, y que actuaban como verdaderos sindicatos. Una de las sociedades cooperativas de trabajadores más sobresalientes fue “La Ilustración Obrera”, fundada en 1908 y que actuaría de germen para la constitución de la Agrupación Socialista de Montilla, propiciando a su vez el surgimiento de una serie de dirigentes obreros que liderarían el movimiento socialista montillano durante las dos décadas posteriores.

Francisco Palop Segovia, introductor de las ideas socialistas en Montilla y promotor de la Agrupación Socialista de Montilla, constituida en 1909 y que, en enero de 1910, ingresó oficialmente en el PSOE.

La Agrupación Socialista de Montilla ingresa oficialmente en el Partido Socialista Obrero Español el 14 de enero de 1910, tras constituirse formalmente en diciembre de 1909. Así queda recogido en el periódico El Socialista de 21 de enero de ese año con la siguiente reseña: “El 14 del corriente ha sido admitida en el Partido la Agrupación Socialista de Montilla (Córdoba). Fórmanla socialistas convencidos y educados por el inolvidable Francisco Palop, los cuales se proponen trabajar con gran fe por acrecer el núcleo que han formado y por difundir las redentoras ideas que sustenta nuestro Partido”. 

El partido socialista de Montilla comienza a realizar su labor de organizar a los trabajadores en sociedades obreras para la defensa de sus intereses de clase. De esta manera, surge “La Parra Productiva”, fundada en 1913, como sociedad de obreros agrícolas de Montilla destinada a “mejorar la condición moral y material de sus asociados”, actuando en todos los sentidos como un sindicato de trabajadores del campo. 

Una de las primeras noticias sobre el número de afiliados socialistas en los primeros años de la Agrupación la encontramos en el semanario de difusión nacional “Vida Socialista”, en su número del 17 de marzo de 1912, donde aparece publicada una carta de la Agrupación de Montilla en solidaridad con una campaña que en dicho momento encabezó el PSOE a favor de la amnistía para los presos por delitos políticos. En dicha carta, firmada en nombre de la Agrupación por su presidente, Miguel Duque, y por el secretario, Juan Gutiérrez, se manifiesta la adhesión a dicha causa “en nombre de 157 asociados de la cooperativa La Ilustración Obrera y 110 de la Agrupación Socialista”. Es precisamente en el período de 1912 y 1913 en el que el Partido Socialista de Montilla experimenta el inicio de un proceso de incremento de la afiliación que sólo se verá truncado por el golpe de Estado de 1936, que puso fin al régimen democrático y de libertades instaurado por la Segunda República. 

En abril de 1913, Pablo Iglesias, en una gira que realizó por la provincia de Córdoba, visita Montilla y es recibido calurosamente por los trabajadores montillanos en la Casa del Pueblo, abarrotada de personas para escuchar al fundador del PSOE. En la revista “El Porvenir Montillano”, fechada el 1 de mayo de 1913, hay cumplida constancia del acontecimiento y de los discursos que Pablo Iglesias y Francisco Zafra pronunciaron en el histórico acto, donde se propugnó la defensa del asociacionismo obrero y de los valores éticos del socialismo. Ese mismo año, en las elecciones municipales que se celebraron, dos militantes socialistas logran dos concejalías al aceptar el PSOE montillano ir en coalición con el partido republicano.

En 1914 se fundan las Juventudes Socialistas de Montilla, y, con las elecciones municipales celebradas en noviembre de 1915, entra de concejal en el Ayuntamiento Francisco Zafra Contreras, en su condición de socialista. En 1917, la Parra Productiva se integrará en la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato socialista fundado por Pablo Iglesias, convirtiéndose en el eje central del movimiento obrero de Montilla y de la Campiña cordobesa.

Ya en la década de los veinte del pasado siglo, la Casa del Pueblo de Montilla es un verdadero foco cultural y político para la ciudad y su comarca, ya que, junto a su condición de sede de la Agrupación Socialista, de la UGT, de la Parra Productiva y de un importante número de sociedades obreras, con toda la actividad que ello conllevaba, también era  biblioteca  pública, centro cultural dotado de un magnífico teatro diseñado por el arquitecto cordobés Francisco Azorín Izquierdo, e incluso llegó a ponerse en marcha una escuela de artes y oficios. El historiador Juan Díaz del Moral afirma en su obra “Historia de las Agitaciones Campesinas Andaluzas” que estos años fueron de gran actividad política, que coincidieron con un momento en el que Montilla fue la entidad socialista de la Campiña cordobesa más numerosa y más fuerte.

 Francisco Zafra Contreras, uno de los fundadores de la agrupación socialista de Montilla en 1909 y de la Sociedad de Obreros Agricultores y Similares La Parra Productiva en 1913. Diputado a Cortes por la provincia de Córdoba (1931-1933). Murió fusilado en la plaza de Baena el 28 de julio de 1936.

Con la bandera de las Juventudes Socialistas al fondo, aparecen Francisco García Carrasco (de pie, primero por la izquierda), fusilado el 31 de julio de 1936; delante de él, el diputado a Cortes entre 1931-1933 Francisco Zafra Contreras, fusilado el 28 de julio de 1936; y Juan González León (de pie, tercero por la izquierda). asesinado en el campo nazi de Mauthausen el 11 de enero de 1942.

En 1919 los socialistas montillanos inician la publicación de un periódico quincenal, “Montilla Obrera”, el cual pasaría a tener periodicidad decenal bajo la denominación de “Fuerza y Cerebro”, que se publicó ininterrumpidamente hasta noviembre de 1920. Estas publicaciones fueron un vehículo importante de difusión local de las ideas socialistas y de comunicación interna entre los obreros organizados en torno a la Casa del Pueblo. 

Fruto de la labor política, social, sindical y cultural gestada en la Casa del Pueblo es el triunfo de la candidatura socialista en las elecciones municipales de 1920 -a pesar de las importantes acciones de fraude ejercidas por los partidos monárquicos que sustentaban al régimen-, que dieron la mayoría absoluta al PSOE y propiciaron la llegada del socialista José Márquez al frente de la Alcaldía de Montilla. José Márquez permaneció en la alcaldía durante catorce meses, pues el Gobernador Civil, aprovechando la ley electoral de la época, que le otorgaba la potestad de nombrar a los alcaldes, lo destituyó para poner en su lugar al anterior alcalde que Márquez derrotara en las urnas. En las siguientes elecciones municipales, celebradas en febrero de 1922, la mayoría continuó en manos socialistas, pero, al ser el cargo de alcalde por designación del Gobernador Civil, la alcaldía recayó en el candidato del partido conservador. No obstante, a partir de estos momentos, los socialistas mantuvieron el mayoritario respaldo ciudadano en las sucesivas convocatorias electorales.

Con el golpe de estado del General Primo de Rivera, dado en septiembre de 1923, la ilegalización de los partidos políticos, la suspensión de la constitución de 1876, la proscripción por la dictadura de toda actividad política, salvo la llevada a cabo por el partido Unión Patriótica -creado por el propio dictador-, y el control de la actividad sindical, no hicieron desaparecer a la organización socialista de Montilla.  Al contrario de lo que pudiera parecer, el desmoronamiento del régimen monárquico que el golpe primorriverista trató de apuntalar sin éxito dejó a la vista una España republicana deseosa de libertad y progreso. Montilla no fue una excepción, por lo que, en las elecciones municipales celebradas el 12 de abril de 1931, el Partido Socialista obtuvo la mayoría absoluta de concejales y Francisco Zafra Contreras fue designado Alcalde de Montilla el 15 de abril, al día siguiente de ser proclamada la república en España. Al respecto, la edición de El Socialista del martes 14 de abril recoge la siguiente reseña referida a Montilla: “En el pueblo reina enorme entusiasmo por el triunfo que ha logrado la candidatura republicano-socialista. De 22 puestos, nos hemos llevado 18. La candidatura antimonárquica obtuvo más de 3.000 votos de mayoría sobre la contraria”.

Socialistas montillanos celebrando el 14 de abril de 1931 la proclamación de la Segunda República en España.

Con el advenimiento de la República, volvieron a resurgir las sociedades obreras y la Casa del Pueblo recuperó su protagonismo político y sindical. El historiador José Calvo Poyato, en su “Guía histórica de Montilla”, recoge del Archivo Municipal de Montilla un informe elaborado por el Ayuntamiento en 1933 donde se hace constar que el Partido Socialista contaba en ese momento con dos mil afiliados y las Juventudes Socialistas con doscientos militantes.

Durante el período republicano se inicia una fase donde la personalidad de Francisco Zafra Contreras marca activamente la vida política de Montilla. Zafra es elegido diputado al Congreso en las elecciones a Cortes Constituyentes de 1931. Como indica el historiador José Luis Casas Sánchez en su estudio introductorio a la publicación que recoge los artículos de prensa publicados por Zafra entre 1919 y 1924, la influencia política de Francisco Zafra dentro del PSOE “posibilitó el que se celebrara en Montilla el Congreso Extraordinario Regional del Partido Socialista, los días 6, 7 y 8 de febrero de 1932; en él se debatieron temas como la ordenación sindical, crisis de trabajo, contratos colectivos, arrendamientos y reforma agraria”.

Manuel Sánchez Ruiz, alcalde socialista en 1936. Murió fusilado en Córdoba el 1 de mayo de 1941.

El golpe de estado contra el régimen democrático de la Segunda República, que dio origen a la sangrienta guerra civil y a la consecuente dictadura militar que instauró un régimen autoritario en España hasta finales de la década de los setenta, causó en Montilla una brutal represión desatada a partir del 18 de julio de 1936 y que, en sólo tres meses, supuso el asesinato, encarcelamiento o “desaparición” de muchos montillanos que, de alguna forma, habían participado en la actividad pública municipal desde 1931 como representantes de partidos políticos democráticos. La depuración también se extendió a los funcionarios y empleados del Ayuntamiento. Un número importante de los que militaban en partidos políticos de izquierda fueron fusilados; otros se vieron obligados a exiliarse, y bastantes personas, durante la posguerra, sufrieron penas de cárcel.

El historiador Arcángel Bedmar, que ha estudiado la represión en Montilla durante el período de 1936 a 1944 en su obra “Los puños y las pistolas”, ha puesto de manifiesto el alcance y dimensiones que supuso el exterminio físico del movimiento obrero y del activismo político democrático en Montilla tras el golpe de Estado del 18 de julio: los dirigentes políticos de los partidos integrados en el Frente Popular (votado masivamente por los montillanos en las elecciones celebradas en febrero de 1936) fueron fusilados. Ese fue el destino de Francisco Zafra, que el día 28 de julio de 1936 fue detenido, junto con otros familiares y compañeros, mientras trabajaban en la finca “El Alcaide”. Fueron trasladados a la vecina localidad de Baena donde los fusilaron. 

 Muchos dirigentes socialistas que no pudieron huir padecieron la cárcel y la tortura, cuando no la muerte, durante la posguerra; el patrimonio y los recursos financieros de la Agrupación Socialista de Montilla fueron incautados; el edificio de la Casa del Pueblo pasó a las manos de la Falange, el partido fascista que apoyó el golpe de Estado y que se convirtió en el partido único al quedar prohibidos el resto de partidos políticos.

Sin embargo, los cuarenta años de dictadura que sucedieron a la Guerra Civil no lograron destruir las ideas socialistas y democráticas, que permanecieron vivas y afloraron con fuerza en durante el periodo de Transición a la democracia que experimentó nuestro país y que culminó con la aprobación en referéndum de la Constitución de 1978, que dio lugar al actual régimen democrático de libertades y derechos que vivimos en España

Durante la Transición, antiguos militantes del PSOE, que vivieron los años de la República y la Guerra Civil, y nuevas generaciones de socialistas montillanos reconstruyen la Agrupación Socialista de Montilla, reabrieron de nuevo la Casa del Pueblo y, en las primeras elecciones democráticas para constituir el gobierno municipal, celebradas el 3 de abril de 1979, el PSOE obtuvo 3 concejales en una Corporación con amplia mayoría de izquierdas y donde el Partido Comunista gobernaba con mayoría absoluta.

En esta etapa democrática de nuestro país, el PSOE es el partido referente de los principios democráticos, de los derechos y libertades individuales y colectivas, de los valores sociales y de la Constitución de 1978. En Montilla así se ha venido reconociendo y, fruto de ello, han sido los distintos gobiernos municipales socialistas que, gracias al voto mayoritario de la ciudadanía, se han sucedido en nuestra ciudad. De esta manera, desde 1983 hasta la actualidad, tres socialistas han ocupado la Alcaldía de Montilla: Prudencio Ostos Domínguez (1983 – 1995), Rosa Lucía Polonio (2007 – 2011 y Rafael Llamas (2015 – )

Casa del Pueblo durante la II República